El omega-3 es un tipo de ácido graso poliinsaturado, que se encuentra en alta proporción en los tejidos de algunos pescados y mariscos, así como en fuentes vegetales como el aceite de soja, las nueces, la linaza, la col o las espinacas.
Existen diferentes tipos, entre los que se encuentran el alfa linolénico (ALA), el eicosapentanóico (EPA) y el docosahexanoico (DHA), todos ellos muy beneficiosos para nuestro cuerpo, al contribuir a reducir el colesterol malo, poseer efectos antiinflamatorios y estar relacionados con la prevención de diferentes enfermedades. Asimismo, su consumo también se asocia a una salud neurológica óptima y a la reducción del riesgo de sufrir depresión y demencia.
¿Cómo incluir el omega 3 en la dieta?
Nuestro cuerpo, por sí mismo, no puede producir omega 3, por lo que, para beneficiarnos de sus bondades, es necesario incluir alimentos que lo contengan en nuestra dieta.
En esta línea, los expertos recomiendan que el consumo diario de este tipo de grasas ascienda a 250 mg diarios, representando así entre el 0,1 y el 1% del aporte energético diario.
Además, es importante equilibrar su ingesta con la de omega 6, que suele abundar más en nuestra dieta y que, en exceso, puede tener efectos perjudiciales para la salud. En este sentido, lo ideal es que lograr el equilibro entre ambos ácidos grasos, eliminando de la alimentación los alimentos procesados y el exceso de aceite y apostando por introducir en nuestra alimentación vegetales de hoja verde, fruta, semillas, frutos secos o cereales integrales como la quinoa. Por su parte, las barritas Krissia, también son ideales para este fin, al tratarse de un pescado alto en omega 3, sin conservantes y solo con 15 kcal por barrita.
¿Conocías las bondades del omega 3? ¿Sueles incluir en tu dieta alimentos ricos en este ácido graso?
