Que los niños que crecen con un perro desarrollan una mayor responsabilidad y capacidad sensitiva ante las cosas es una verdad que pocos se atreven a rebatir. La llegada de una mascota a una familia genera nuevos lazos y vínculos emocionales entre todos sus integrantes, especialmente sobre los más pequeños de la casa para el resto de sus vidas.
A pesar de que los encargados de la educación y la transmisión de los principales valores es tarea de los padres, el cuidado de una mascota enseña a los niños a tener claras sus obligaciones, a ser más generosos, así como a interiorizar el cuidado y respeto que deben tenerse por los animales.
Ahora bien, decidir tener un animal debe ser una medida meditada y consensuada con los tuyos ya que requiere de una gran capacidad de entrega y tiempo para cuidarlo y algunas complicaciones añadidas tales como con quién dejarlo en vacaciones, llevarlo regularmente a un veterinario, sacarlo y darle de comer y ser conscientes de que la casa se ensuciará más con su presencia.
Por tanto, si vuestros hijos os piden alguna vez cumplir con su sueño de tener un perro, un gato o cualquier animal doméstico y no te decides, aquí tienes una lista de beneficios de tener una mascota en casa que te hará salir de dudas:
Te ayuda a ser más feliz
Que tu hijo dedique parte de su tiempo de ocio a jugar con su mascota hace que mejore su estado de ánimo y se sienta más feliz. Esto se debe a la segregación de oxitocina, la hormona del amor que evita la depresión o el estrés.
Aumentan la autoestima y la confianza en uno mismo
Las familias que conviven con un perro suelen tener un carácter más social y extrovertido e incluso se ha comprobado que son un elemento clave en terapias psicológicas infantiles. El apoyo de un animal es siempre incondicional. Además, convierten a las personas en seres más empáticos y sociables.
Mejoran las defensas y detectan enfermedades
Estar en contacto directo con mascotas hace que los niños desarrollen un sistema inmunitario más fuerte y disminuye el riesgo de que desarrollen alergias o problemas respiratorios. El contacto del animal con el exterior potencia la fabricación de anticuerpos ante posibles virus.
Gracias a su gran capacidad olfativa, los perros pueden llegar a descubrir si una persona padece un tumor maligno, si va a tener migrañas, o algún episodio de alergia, ya que reconocen el olor de estas enfermedades.
Ayudan a mantenerte en forma
La energía que tiene un perro, especialmente los de mediano y gran tamaño, se traduce directamente en una mejora del estado físico de sus dueños. Pasearles, llevarles a correr, jugar con ellos o incluso cogerles en brazos, puede resultar el mejor gimnasio para nuestro cuerpo.
Favorecen las relaciones entre hermanos
El hecho de que dos o más hermanos compartan una mascota desde pequeños, con la responsabilidad que conlleva y su cuidado, mejora su relación y fortalece el vínculo amoroso entre ambos. Los hijos únicos hacen de una mascota el hermano que no tienen disminuyendo su sentimiento de soledad si lo tuvieran y ayudándoles a aprender a compartir todo con alguien.
